Hoy en Breathing Sax entrevistamos a Javier Linares, correspondiendo al estereotipo de músico del tercer milenio, el saxofonista de Churriana de la Vega (Granada) combina tradición y vanguardia, obteniendo como resultado un joven interprete capaz de transmitir el amplio sentimiento de la música.
En su faceta artística y el desarrollo del saxofón, ha sido invitado para ofrecer numerosas Masterclass en diferentes conservatorios de este país y Europa. Del mismo modo, es artista de las marcas Henri Selmer Paris y Vandoren, y colaborador habitual de la Orquesta Sinfónica de Madrid, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y la Orquesta de Castilla y León.
En el ámbito profesional, ha sido saxofón solista durante más de una década en la Unidad de Música del Mando Aéreo General (Getafe, Madrid) y la Unidad de Música del Regimiento de Infantería “Inmemorial del Rey Nº1” del Cuartel General del Ejército, siendo ambas pertenecientes al Ministerio de Defensa. Actualmente, es catedrático de saxofón en el Real Conservatorio Superior de Música “Victoria Eugenia” de Granada.
También es miembro del Dúo Iliberis y del cuarteto de saxofones Tetraktys, formaciones con las que aúna los diferentes estilos musicales, incorporando composiciones para el repertorio del saxofón, desde transcripciones hasta nueva música dedicada a esta formación.
-Es muy importante la respiración en la música de cámara, en tu experiencia como miembro del duo Ilíberis y ahora del Tetraktys Quartet, ¿como se trabaja a nivel colectivo?
Bajo mi punto de vista, la respiración es un aspecto determinante dentro de la interpretación, independientemente del rol que asumamos en ella, si es como parte de un conjunto o en interpretaciones a solo.
Centrándonos en la música de cámara, la respiración es un indicador de múltiples aspectos interpretativos, como son el tempo, la dinámica o el carácter musical, por solo citar algunos. Considero que ésta, conlleva una información fundamental en la interpretación colectiva, al igual que un director de orquesta con los gestos que realiza, que determinan la interpretación de un conjunto. Estos gestos, en determinadas ocasiones, y dependiendo del maestro o en nuestro caso, el intérprete, tienen fundamentos basados en el aire, y por ende, en la respiración.
Independientemente de la clasificación organológica de nuestro instrumento, la respiración está relacionada directamente con el discurso natural de la música. Por ello, dentro de un grupo de cámara, seamos instrumentistas de viento, cuerda o teclado, cada componente adecúa la interpretación atendiendo a las características del instrumento y su papel, sin olvidar que la música es un lenguaje y debe entenderse.
Cuando un grupo de cámara se inicia en un trabajo conjunto, la respiración debe convertirse en un lenguaje, al igual que lo es la música. Todos los integrantes deben hablar el mismo idioma, y la respiración desde un punto de vista camerístico, es un parámetro, que bajo mi punto de vista, se va adquiriendo con el paso del tiempo y los ensayos.
Conforme se van sucediendo los ensayos, dominamos el repertorio y conocemos a nuestros compañeros, los gestos se van reduciendo y la respiración va tomando protagonismo. De hecho, esto hace que la interpretación como grupo sea más interesante, y cuando la música se pone de manifiesto en escena, la energía fluya fácilmente entre los componentes del grupo y el público.
Con respecto al trabajo, no utilizo una metodología específica para su trabajo aunque puedo narrar el ejercicio que más pongo en práctica en mis clases de música de cámara y en los ensayos con mis grupos. Cada miembro, debe tomar el rol de director o líder en algún momento, sintiendo y haciendo sentir la música con su respiración, sobre todo en las anacrusas y entradas. De esta manera, se cumple una doble función. Por un lado, el que toma la iniciativa, da su versión interpretativa (indicando su fraseo y respiraciones) adecuando su técnica a ello. Y por otro lado, el resto del grupo tiene que ejercer una escucha activa durante la interpretación, adaptándose a los gestos y respiraciones del “director” musical.
Con este ejercicio, el grupo puede tomar decisiones y elegir las opciones más apropiadas, basándose en la experiencia de todos los miembros del conjunto, adecuándose al bien interpretativo y cultivando la excelencia musical de éste.

-Con tu llegada al Real Conservatorio Superior de Música “Victoria Eugenia” de Granada , según tu opinión personal ¿el alumnado es consciente de la importancia de tener una buena base respiratoria?
Con mi llegada al conservatorio, pude comprobar junto a mis compañeros que formamos el nuevo equipo docente, que el aula de saxo del superior de Granada ostenta un nivel técnico sensacional y por ende, una base respiratoria excelente que le da soporte a dicha técnica. Todo ello, ha sido gracias al enorme trabajo que han realizado años atrás el equipo docente formado por Víctor Manuel Martín, Rogelio Gil y Rubén Caballero, siendo éste último, miembro del equipo actual.
Aunque el alumnado está compuesto por diferentes perfiles, como en cualquier aula, por regla general son interpretes que dominan su técnica respiratoria, y aunque son conscientes de la importancia de este aspecto, en diversas ocasiones, no focalizan su estudio en las diferentes aplicaciones que se le pueden dar en el estudio.
Con mi llegada, he querido construir a partir del trabajo técnico que ya se estaba haciendo, pero dándole una mayor importancia al aire como elemento fundamental en la interpretación. Por un lado, el trabajo de la técnica mecánica (escalas por grados conjuntos, terceras, cuartas, etc.) se realiza con diferentes ejercicios, en los que muchos de ellos contemplan tramos de octavas, y donde se trabajan todos los registros. De esta manera, el alumnado es más consciente del empleo del aire, la dirección del mismo y de la importancia que tiene este en la sonoridad del instrumento, adecuándolo a los diferentes registros.
Por otro lado, para darle una mayor funcionalidad a la técnica respiratoria y al empleo del aire, trabajamos la técnica de base (ejercicios de flexibilidad, sonoridad, afinación y digitación) con la que se pretende controlar las aplicaciones del aire, para posteriormente ponerlas a disposición en el trabajo de la literatura de nuestro instrumento. Del mismo modo, utilizo estos ejercicios en clase atendiendo a la producción de la columna de aire, con una metodología similar a la de los cantantes, es decir, el lanzamiento de aire indirecto (aprovechando nuestra vocalización), la utilización de nuestro cuerpo como caja de resonancia y la dirección del soplo con un sentido parabólico (con la que podemos buscar una mayor dirección en el fraseo).
Bajo mi punto de vista, el dominio de la columna de aire, es fundamental en la técnica de cualquier intérprete de viento, por lo que su estudio debe estar organizado y enfocado a todos los aspectos en los que interviene.
-En tu caso, ¿qué metodología empleas para el aprendizaje de la técnica respiratoria? ¿Incluyes alguno de los aparatos de respiración que utilizamos en el Método BS?
Dado el nivel de enseñanzas en el que tengo el placer de enseñar, y el correcto nivel técnico de los alumnos, hasta ahora no ha sido necesario incluir una metodología para el aprendizaje de la técnica respiratoria. Esto no significa, que en clase no hagamos ejercicios para la mejora y el control de dicha técnica.
Uno de los ejercicios que más utilizo en clase y que tuve el placer de aprender con el maestro Eric Devallon, es la de controlar el ciclo respiratorio durante la interpretación. En primer lugar, se trabaja sin instrumento, centrándonos en el recorrido que hace el aire en la inspiración de una respiración completa o diafragmática (desde que el aire entra por la boca, rozando nuestro paladar y la úvula, descendiendo por nuestra tráquea hasta que los pulmones se van llenando e imaginando finalmente, que éstos quieren tocar nuestro estómago) y posteriormente espirar dicho aire lentamente, atendiendo al recorrido que efectúa en sentido contrario. Efectuada esta primera actividad, el alumno es consciente del recorrido del aire y de lo importante que es el dominio del diafragma y los músculos abdominales en la producción de la columna de aire. Del mismo modo, se observa el control de la inspiración y la espiración, y la repercusión que tiene en la capacidad pulmonar durante la interpretación. Por lo que se plantea una segunda actividad, en la que el alumno se centra en controlar la inspiración y espiración durante su interpretación. Para ello, se deja de lado el sentido rítmico de la partitura, y cada vez que ésta indique una respiración , el alumno tomará varios segundo para espirar el aire residual e inspirar una respiración diafragmática (recordando el primer ejercicio). Comprendida la actividad, el alumno puede ir disminuyendo esos segundos, hasta que realice esta acción de manera automática y sea capaz de espirar el aire residual e inspirar en tiempo.
Con este ejercicio, el alumnado puede controlar la respiración durante la interpretación evitando que ésta ocasione cansancio, “respiración alta” (cuando nuestra capacidad pulmonar disminuye), nerviosismo, o alteraciones en la técnica.
Otro ejercicio que utilizo con asiduidad, destinado para el aumento de la capacidad pulmonar, se realiza interpretando cualquier estudio o fragmento de obra, de manera que se supriman todos los silencios y respiraciones y se pueda tocar una melodía extensa, en cuanto a duración se refiere. Bajo esta premisa, el alumno inspira profundamente y comienza a tocar. Cuando cree que el aire se va a agotar, convierte la última nota en un sonido largo de dos o tres segundos de duración. Seguidamente, al cortarse ese sonido, aguanta sin respirar un segundo y comienza a inspirar lentamente, “visualizando” el recorrido del aire (similar al ejercicio anterior, pero esta vez a la inversa, imaginando que el llenado del aire se realiza desde el diafragma hasta nuestra cabeza). A través de este ejercicio, el cual conocí trabajando con Miguel Ángel Lorente, podemos aumentar la capacidad pulmonar y a la vez, destinarlo como recurso en el estudio para determinados fragmentos, que por su escritura o la técnica de intérprete, resulten tediosos realizarlos con una sola respiración.
Un último ejercicio que empleo en clase, destinado más bien al control del diafragma que a la técnica respiratoria, es situarse sentado al filo de una silla, levantando las piernas juntas a unos 15cm del suelo, mientras tocamos. Esta actividad la suelo utilizar cuando sospecho que el alumnado no está ejerciendo la presión necesaria con su diafragma o bien el control de la columna de aire es inadecuado. Para ello, utilizamos el trabajo de notas largas y filadas y realizamos dicha actividad.
Con respecto a los aparatos que mejoran la técnica respiratoria, no suelo utilizar ninguno para dicho trabajo, aunque si que conozco varios de ellos, incluyendo los que utilizáis en el método BS. El único contacto que he tenido con algún aparato respiratorio, fue un espirómetro que le regaló un médico a un familiar, y que alguna vez he utilizado siendo más joven e intentando hacer ejercicios esporádicos.
Finalmente, me gustaría nombrar un método que conocí hace unos años en un curso de verano. Un compañero, ponente de trompeta, organizaba para el alumnado unas clases “warm up” basadas en la respiración, y se realizaban cada mañana antes de comenzar con las diferente especialidades. Dicho calentamiento está basado en el método Breathing Gym, desarrollado por dos tubistas estadounidenses, Sam Pilafian y Patrick Sheridan, donde cualquier instrumentista puede aprender a controlar la columna de aire. Aquí os dejo un link con un ejemplo de su método:
-En Breathing Sax hablamos siempre de la importancia de tener un planning de estudio personalizado, en este caso podrías explicarnos cual es el tuyo.
Actualmente, en mi nueva etapa como docente y los diversos eventos en los que tengo la suerte de participar, mi planning de estudio ha sido modificado sustancialmente. Añadiendo que soy padre de un niño de dos años y marido. 😉
Pero quitando circunstancias personales, que todos tenemos, mi rutina de estudio no obedece a ningún patrón, suelo adaptarme a las circunstancias de la actividad que vaya a desarrollar. Cuando tengo tiempo, siempre intento calentar utilizando notas filadas y unos ejercicios de flexibilidad y sonido que he ido confeccionando para los alumnos. Éstos, reúnen una síntesis del libro para clarinete El sonido: arte y técnica de Alessandro Carbonare (Ed. Riverberi Sonori, 1998), el trabajo de octavas y quintas por todos los registros, y finalmente grados conjuntos desarrollados en ámbitos de octava.
Con dichos ejercicios, los cuales realizo con el saxofón que me toque estudiar, intento centrarme en diferentes aspectos según la repetición o el ejercicio que elija. Por un lado, trabajo el sonido, la digitación, la afinación y para mí un aspecto muy importante, el legato. Seguidamente me centro en la flexibilidad y el sobreagudo, para culminar centrándome en la adecuación del soplo y el picado.
A continuación, suelo poner esta técnica al servicio de nuestros queridísimos estudios Ferling y finalmente paso a montar nuevo repertorio, con las técnicas de estudio estándar, rescatar nuestra conocida literatura o trabajar algo de improvisación y creatividad para conseguir nuevas ideas musicales.

-¿Te gustaría añadir alguna cosa más?
Me gustaría agradecer la fantástica oportunidad que me has brindado, pudiendo contribuir de alguna manera a este apasionante proyecto. Creo que la labor que haces, creando un espacio virtual dedicado al saxofón y concretamente a la técnica respiratoria, es de una adecuación fantástica. Gracias por ofrecer a profesionales, estudiantes, aficionados y al mundo del saxofón una información tan adecuada para desarrollar nuestra vida musical.
Permíteme terminar añadiendo una cita que me fascina:
“La vida sobre la tierra obedece a un cierto número de leyes naturales. El ciclo respiratorio es una de sus manifestaciones esenciales. Es a través de la respiración como nosotros observamos nuestra energía vital, energía necesaria para preservar la vida”.
-Daniel Bourgue, 1990-
Gracias Eladio.
Muchas gracias por tu profesionalidad y compartir tu tiempo con Breathing Sax.